domingo, 23 de enero de 2011

Perdona amor....

Perdóname amor por no amarte más de lo necesario.
Por amarte mucho y demostrarlo poco,
Por contener este amor que guardo en mi pecho,
Por medirte con la ingratitud de mi pasado,
Por no recordar que eres mí presente
Y fuiste y serás mi futuro.
Perdona amor mi ira,
Mis carreras y las distracciones de todos los días
Perdona mi pasión reprimida,
Mis ojos esquivos
Y mi mirada vacía.
Perdona amor cuando ame cansada,
Cuando dormí sin sueño.
Y la ofensa de mis palabras.
Perdona amor mis miedos e inseguridades,
Eres más de lo que merecía,
Más de lo que esperaba….
Eres todo aquello que alimenta mi alma
Eres el amor de mi vida,
Mi sueño
Y mi esperanza

Memo Sanabria

Fuimos compañeros de viaje por un tiempo, te llegue a considerar mi amigo, no sé si tú me consideraste igual.
Nos unieron pláticas, desvelos, trabajos de la escuela; recuerdo cuando en tu casa pasamos noches en vela (más de una noche) elaborando una prueba de aptitud que era para la clase de Psicometría que nos impartía la maestra Anita Citlali.
Es imposible olvidar las noches de fiesta (para variar también en tu casa), siempre nos hiciste sentir bienvenidos, ¿sabes? Me gustaba mucho tu sonrisa franca y tu seño que fruncías cuando algo te molestaba, te veía como el guía en el grupo de amigos que fuimos…….. Nos aconsejabas, nos ayudabas y siempre estabas para nosotros. Siempre tenías ocurrencias que nos hacían reír o pensar…….a Estela, nuestra compañera de grupo le decías “Señora”, y a mí me decías que parecía modelo…..pero de Biafra….. -ya come cabrona- era tu comentario final.
Tu abrazo cálido y protector el día de mi boda me ha acompañado estos 25 años……….pero como todo viaje acaba y nos tuvimos que despedir esporádicamente nos llegamos a encontrar, lucias diferente ajeno a mí y menos afectuoso…..debo admitir que tu frialdad me lastimaba.
La última vez que te vi fue hace dos años, en “Suburbia”, cuando los dos hacíamos fila en la misma caja para pagar, nos saludamos y te sentí menos distante, no como me hubiera gustado pero mejor que otras veces, me comentaste d la enfermedad de de tu hermana Mary Toña y de los regalos que llevabas, nos despedimos con un abrazo y con la promesa de encontrarnos nuevamente.
Hoy nuevamente se acabo el viaje, aquí ya no volveré a abrazarte algún día seré yo la que vaya a tu encuentro y tal vez, ¿Por qué no? Sea como la primera vez que nos encontramos, con nuevos sueños y nueva fuerza y nuevamente sea tu amiga.
Siempre te recordare Memo, tu sonrisa, tu mirada………

sábado, 15 de enero de 2011

Fiona

Ayer despertamos con una mala noticia: “Fiona” había muerto, nuestra pastor alemán, no sabemos si fue el frio o su edad. Se durmió y ya no despertó.
Ella entro a nuestras vidas hace 7 años, era apenas un cachorro de un mes estaba tan pequeña y tan suave que fue imposible no enamorarnos de ella. La primer noche en casa la paso a un lado de nuestra cama donde mi esposo le puso unas cobijas, pero ella lloro toda la noche y su único consuelo fue dormir en la cama con nosotros, pero sabíamos que no podíamos acostumbrarla a semejante hecho debido al tamaño que alcanzaría en pocos meses, así que la segunda noche la paso en la cochera acurrucada entre “Chispa” y “Coco”. Dos pequeñas French que ya tenían algunos años siendo, parte de la familia: “Chispa” con su instinto maternal inmediatamente la adopto y cuido de ella como lo hacía con “Coco” su pequeña hija.
Ante tal situación “Fionita” (como nosotros la llamábamos) creció sintiéndose un perro faldero: brincaba en dos patas para asomarse por la ventana de la cocina aún cuando ella alcanzaba a mirar sin necesidad de tanto brinco, cuando estábamos sentados corría a acostarse en nuestras piernas como lo hacían las pequeñas, adopto los hábitos de chispa para comer, nunca comió con desesperación, siempre eran bocados pequeños que sacaba de su plato.
Cuidaba de mis hijas como si fuera una hermanita más, una vez Stephie en su proceso de aprender a andar en bicicleta se cayó y “Fiona” corrió a buscarme y me pedía que la siguiera, una vez cerca de Steph con su hocico la jalaba suavemente para levantarla, a partir de ese día se inquietaba cuando mi hija se subía a la bicicleta´
También fue compañera de juegos de Diego, él aprendió a caminar teniendo a “Fiona” de compañera siempre lo seguía a todos lados y en todos sus juegos.
Hace unos meses se cayó a la cisterna de mis padres y paso toda la noche nadando intentando salir, a la mañana siguiente la sacaron cansada y muy lastimada, el veterinario nos dijo que sobreviviría al accidente, pero su salud fue minando.
Nos sentimos tristes sin ella, la extrañamos…… Diego con sus 6 años al no encontrar a su amiga de juegos y enterarse de lo sucedió entro a su casa con tristeza, busco dos palitos y estambre hizo una cruz que puso en el lugar donde su abuelo enterró a “Fiona”, le llevo un ramito de flores que corto del jardín y con lagrimitas en sus ojos escribió un epitafio en honor de aquella perrita que solo una palabra puede describirla “ TERNURA” y dice más o menos así:
“Aquí descansa “FIONA”, la llevaremos siempre en nuestros corazones, porque fue una gran amiga y compañera de todos”