sábado, 15 de enero de 2011

Fiona

Ayer despertamos con una mala noticia: “Fiona” había muerto, nuestra pastor alemán, no sabemos si fue el frio o su edad. Se durmió y ya no despertó.
Ella entro a nuestras vidas hace 7 años, era apenas un cachorro de un mes estaba tan pequeña y tan suave que fue imposible no enamorarnos de ella. La primer noche en casa la paso a un lado de nuestra cama donde mi esposo le puso unas cobijas, pero ella lloro toda la noche y su único consuelo fue dormir en la cama con nosotros, pero sabíamos que no podíamos acostumbrarla a semejante hecho debido al tamaño que alcanzaría en pocos meses, así que la segunda noche la paso en la cochera acurrucada entre “Chispa” y “Coco”. Dos pequeñas French que ya tenían algunos años siendo, parte de la familia: “Chispa” con su instinto maternal inmediatamente la adopto y cuido de ella como lo hacía con “Coco” su pequeña hija.
Ante tal situación “Fionita” (como nosotros la llamábamos) creció sintiéndose un perro faldero: brincaba en dos patas para asomarse por la ventana de la cocina aún cuando ella alcanzaba a mirar sin necesidad de tanto brinco, cuando estábamos sentados corría a acostarse en nuestras piernas como lo hacían las pequeñas, adopto los hábitos de chispa para comer, nunca comió con desesperación, siempre eran bocados pequeños que sacaba de su plato.
Cuidaba de mis hijas como si fuera una hermanita más, una vez Stephie en su proceso de aprender a andar en bicicleta se cayó y “Fiona” corrió a buscarme y me pedía que la siguiera, una vez cerca de Steph con su hocico la jalaba suavemente para levantarla, a partir de ese día se inquietaba cuando mi hija se subía a la bicicleta´
También fue compañera de juegos de Diego, él aprendió a caminar teniendo a “Fiona” de compañera siempre lo seguía a todos lados y en todos sus juegos.
Hace unos meses se cayó a la cisterna de mis padres y paso toda la noche nadando intentando salir, a la mañana siguiente la sacaron cansada y muy lastimada, el veterinario nos dijo que sobreviviría al accidente, pero su salud fue minando.
Nos sentimos tristes sin ella, la extrañamos…… Diego con sus 6 años al no encontrar a su amiga de juegos y enterarse de lo sucedió entro a su casa con tristeza, busco dos palitos y estambre hizo una cruz que puso en el lugar donde su abuelo enterró a “Fiona”, le llevo un ramito de flores que corto del jardín y con lagrimitas en sus ojos escribió un epitafio en honor de aquella perrita que solo una palabra puede describirla “ TERNURA” y dice más o menos así:
“Aquí descansa “FIONA”, la llevaremos siempre en nuestros corazones, porque fue una gran amiga y compañera de todos”

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